Fatiga, irritabilidad y falta de apetito son algunos síntomas de este trastorno estacional, según la doctora Ana Bellón
Con la llegada de la primavera, muchas personas experimentan una mayor energía y ganas de realizar actividades al aire libre. Sin embargo, para una parte de la población, esta estación se asocia a un fenómeno conocido como astenia primaveral, caracterizado por una sensación persistente de cansancio, desánimo y alteraciones del sueño. Según la doctora Ana Bellón, colaboradora habitual del programa Madrid Mejora Tu Vida, se estima que afecta aproximadamente al 2% de la población, con mayor incidencia entre los 20 y 50 años, y una prevalencia superior en mujeres.
La astenia primaveral no tiene una causa única confirmada, aunque la hipótesis más extendida señala que algunas personas se adaptan más lentamente a los cambios estacionales, como el aumento de horas de luz, las variaciones en la temperatura y las alteraciones en los ritmos circadianos. Además, la presencia de alergias primaverales, muy comunes en esta época, puede intensificar el cansancio, sobre todo si se toman antihistamínicos, cuyos efectos secundarios incluyen somnolencia.
Los síntomas más comunes incluyen fatiga generalizada, alteraciones del sueño, irritabilidad, dificultad para concentrarse, disminución del apetito e incluso baja libido. Aunque puede resultar molesto, se trata de una condición transitoria, que suele durar entre una y dos semanas, y que no requiere tratamiento médico específico en la mayoría de los casos.
Para sobrellevar este periodo, la doctora Bellón recomienda seguir pautas saludables como mantener una alimentación equilibrada, realizar ejercicio físico moderado, evitar el consumo excesivo de cafeína, y respetar horarios regulares de descanso. “Con unos buenos hábitos, el organismo suele adaptarse pronto”, señala la experta. En caso de que los síntomas se prolonguen o se intensifiquen, se aconseja consultar con un profesional de la salud.
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