Los conejos, que llevan más de un año en el barrio, representan un riesgo para la seguridad y salud pública debido a su rápida reproducción
Una invasión de conejos ha invadido varias zonas del barrio de Santa Eugenia, en Madrid, donde los animales salvajes se han asentado principalmente en zonas verdes cercanas a la carretera. Estos conejos, que son muy esquivos y huyen del contacto humano, se encuentran en una expansión constante debido a su alta tasa reproductiva. Los vecinos temen que el número de estos animales siga creciendo, lo que podría generar más problemas en el área.
Desde hace más de un año, los conejos se han convertido en una plaga difícil de controlar. En las últimas semanas, algunos residentes han comenzado a alertar sobre el peligro que representa la presencia de estos animales, especialmente debido a la ubicación de sus madrigueras cerca de la carretera, lo que pone en riesgo tanto a los conejos como a los conductores. Las zonas de tierra blanda donde se encuentran facilitando la creación de sus madrigueras y la extensión de su población.
El problema no solo es estético o de molestia, sino que también tiene implicaciones para la salud pública. Los conejos son conocidos por ser portadores de la leishmaniosis, una enfermedad transmitida por los flebótomos que puede afectar tanto a personas como a animales. En la Comunidad de Madrid, el municipio de Fuenlabrada vivió uno de los mayores brotes de esta enfermedad en Europa hace cinco años, lo que ha generado preocupación entre los habitantes de la región.
Ante la magnitud de la situación, algunos vecinos han pedido que se establezca un control de población más efectivo, como la caza continua durante todo el año para reducir la plaga y minimizar los riesgos para la salud pública. La expansión de la población de conejos en Santa Eugenia requiere una respuesta rápida y coordinada entre las autoridades locales y la comunidad para evitar consecuencias graves.
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