El Ejecutivo local y la Federación Vecinal retoman el diálogo para decidir el uso del remanente presupuestario

El Gobierno local de Leganés y la Federación Local de Asociaciones de Vecinos (FLAV) se reúnen este miércoles para debatir el destino de los 80 millones de euros del superávit municipal. El encuentro representa un nuevo intento de diálogo entre el Ejecutivo del PP y ULEG y el colectivo vecinal, que lleva casi dos años reclamando participación directa en las decisiones sobre el gasto público, denunciando además un abandono prolongado de los barrios por parte de las administraciones municipales anteriores.

La última reunión formal entre ambas partes ocurrió hace más de un año, cuando se planteó una participación vecinal en la elaboración del presupuesto, propuesta que no se concretó. La actual coyuntura obliga a redirigir la negociación hacia los remanentes positivos de Tesorería, es decir, fondos no utilizados de ejercicios anteriores, que se invertirán mediante modificaciones presupuestarias aprobadas en Pleno. Mientras, los presupuestos municipales siguen bloqueados y vinculados a una cuestión de confianza.

Desde la FLAV, liderada por Fidel Gozalo, se ha presentado un decálogo de propuestas, entre las que se incluyen la compra de viviendas para alquiler social, reformas en centros educativos, climatización en escuelas infantiles, más carriles bici protegidos y dotación de espacios adecuados para jóvenes y mayores. Además, exigen mejoras en zonas verdes, baños públicos en parques, inversiones para accesibilidad y nuevos libros para bibliotecas municipales.

El Ejecutivo ha confirmado que “no hay problema en hablar con los vecinos”, aunque acusa a la oposición de dificultar la gobernabilidad. La reunión podría marcar el inicio de una colaboración o detonar protestas vecinales si no se alcanza un acuerdo. “Ahora vamos a cosas concretas”, advierte Gozalo. El resultado del encuentro determinará si Leganés avanza hacia la cooperación institucional o hacia una etapa de tensión social.