El músico extremeño muere a los 63 años, dejando un legado decisivo en la música rock y en la lírica urbana en español
El músico extremeño Robe Iniesta, fundador y líder de Extremoduro, ha fallecido este miércoles a los 63 años, según informó su agencia de comunicación, que no ha precisado las causas del fallecimiento. El artista llevaba meses retirado de los escenarios tras cancelar sus últimos conciertos en Madrid debido a un tromboembolismo pulmonar, lo que había generado preocupación entre sus seguidores. En los próximos días se anunciarán el lugar y la hora del homenaje en Plasencia, su ciudad natal, donde desarrolló buena parte de su trayectoria creativa.
Antes de convertirse en un referente del rock español, Iniesta protagonizó una de las anécdotas más recordadas de sus inicios: la financiación del primer disco de Extremoduro, Rock transgresivo (1989), mediante una suerte de “crowdfunding” improvisado entre sus vecinos. Con las 250.000 pesetas que recaudó, el grupo viajó a Madrid para grabar las canciones que marcarían su debut. De aquel periodo inicial surgieron temas como Extremaydura, que retrataban con crudeza y lirismo las dificultades de su tierra, y piezas como Amor castúo, Jesucristo García o Decidí, que consolidaron su estilo descarnado y directo.
A lo largo de los años 90 y principios de los 2000, Extremoduro se convirtió en uno de los grupos más influyentes del rock en español, con discos como Somos unos animales, Deltoya, Agila, Canciones prohibidas y Yo, minoría absoluta. Su propuesta mezclaba rock progresivo, elementos de punk y una poesía urbana marcada por la marginalidad, las adicciones y la supervivencia, ingredientes que conectaron con una generación que encontró en sus letras una expresión genuina de realidad y rebeldía. Los conciertos del grupo, caracterizados por su intensidad y su atmósfera caótica, reforzaron la leyenda de la banda.
En su última etapa, Robe impulsó una carrera en solitario tras los desencuentros internos que llevaron a la disolución de Extremoduro, oficializada en 2019. Obras como La ley innata y sus discos posteriores mostraron una evolución hacia sonoridades más instrumentales y poéticas. Pese a su carácter polémico y su actitud imprevisible sobre el escenario, Iniesta mantuvo un público fiel y una influencia que trascendió generaciones. Su muerte cierra una de las páginas más singulares del rock español, cuyo legado permanecerá en sus canciones y en la memoria de sus seguidores.






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