La decisión afecta al portaaviones Juan Carlos I y complica las relaciones con Estados Unidos en plena guerra arancelaria
El Gobierno de España ha cancelado la adquisición de los cazas F-35 a Estados Unidos, una decisión que genera tensiones diplomáticas con la administración de Donald Trump, en un contexto marcado por la actual guerra arancelaria. Esta medida podría dejar comprometida la capacidad operativa de la Armada Española, según han advertido varios expertos en defensa.
El F-35 es un caza de quinta generación con tecnología furtiva y capacidad de despegue corto y aterrizaje vertical, cualidades necesarias para operar desde el portaaviones Juan Carlos I, que fue diseñado exclusivamente para este tipo de aeronaves. Sin este modelo, el buque quedaría sin capacidad aérea, lo que compromete su funcionalidad estratégica.
El Ejecutivo justifica la decisión señalando que se proyecta la adquisición de un portaaviones convencional de mayor tamaño, lo que permitiría operar otro tipo de aeronaves. Sin embargo, su desarrollo y entrada en servicio podría tardar años, dejando a la Armada sin cobertura aérea embarcada en ese periodo crítico.
Desde la oposición, el Partido Popular ha exigido explicaciones. El vicesecretario de Educación e Igualdad del PP, Jaime de los Santos, pidió a la ministra de Defensa, Margarita Robles, que comparezca para aclarar la cancelación, acusando al Gobierno de “temer rendir cuentas ante las Cortes Generales”. La controversia añade presión política sobre el Ejecutivo, que debe equilibrar las relaciones internacionales con las capacidades estratégicas nacionales.
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