La reforma fiscal para 2025 incluye la reconfiguración del impuesto a la banca, una nueva tasa a grandes energéticas y el fin de la rebaja del IVA para alimentos básicos y la electricidad.
El año 2025 trae consigo importantes cambios fiscales en España, marcados por el regreso del IVA de la luz y los alimentos básicos a sus niveles precrisis, la reconfiguración del impuesto a la banca y la implementación de una nueva tasa temporal para grandes energéticas.
Reforma del IVA:
Desde este 1 de enero, los alimentos básicos como pan, frutas y verduras vuelven a tener un IVA superreducido del 4%, después de que la rebaja temporal situara el tipo en el 2%. También regresan a sus tasas habituales la pasta y aceites de semilla (10%) y el aceite de oliva (4%). La electricidad, por su parte, retorna de forma permanente al 21% de IVA, lo que supondrá un impacto en las facturas de los hogares.
Impuestos al sector bancario y energético:
La reforma transforma el gravamen a la banca en un impuesto progresivo gestionado por comunidades autónomas y haciendas forales, con tasas que oscilan entre el 1% y el 7% según los márgenes de las entidades. En paralelo, la nueva tasa a las energéticas bonificará hasta el 60% a las empresas que inviertan en descarbonización y transición ecológica.
Impacto esperado:
El Gobierno calcula que estas medidas garantizarán un desembolso de 7.200 millones de euros en fondos europeos, pese a haber tenido que renunciar a iniciativas como el aumento de la fiscalidad al diésel o el gravamen a coches de lujo.
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