El Tribunal Supremo juzga a García Ortiz por la presunta filtración de un correo confidencial relacionado con la pareja de Isabel Díaz Ayuso
El fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, se ha convertido este lunes en el primer fiscal en activo de la historia de España en ser juzgado, tras comparecer ante el Tribunal Supremo acusado de un presunto delito de revelación de secretos. La causa se centra en la filtración a la Cadena SER de un correo electrónico enviado por el abogado de Alberto González Amador, pareja de la presidenta madrileña Isabel Díaz Ayuso, en el que se ofrecía un pacto con la Fiscalía para evitar la prisión del empresario.
Durante la vista, García Ortiz ha negado cualquier implicación en la divulgación del documento, afirmando que “no” se considera autor responsable del delito que se le imputa. Sin embargo, su defensa se ha visto debilitada por la revelación de que borró mensajes de su bandeja de correo electrónico, un hecho que ha generado nuevas dudas sobre su conducta durante el proceso.
El magistrado Jesús Villegas ha calificado la eliminación de correos como un “indicio preocupante”, señalando que, aunque el fiscal tenía derecho a hacerlo, se trata de un “comportamiento típico de delincuentes”. Aun así, Villegas ha matizado que, en caso de existir una “duda razonable”, García Ortiz podría ser absuelto, aunque ha añadido que su “intuición personal” le lleva a pensar que el acusado es culpable.
Este juicio, sin precedentes en la judicatura española, abre un debate sobre la transparencia y la responsabilidad de los altos cargos judiciales. Además, llega en un momento de tensión política entre el Gobierno central y la Comunidad de Madrid, lo que ha amplificado su repercusión mediática. El fallo del Supremo marcará un precedente histórico en la relación entre el poder judicial, los medios de comunicación y la confianza ciudadana en las instituciones.






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