El Consejo de Gobierno de la Comunidad de Madrid ha aprobado hoy la declaración del Teatro Barceló como Bien de Interés Cultural (BIC), en la categoría de monumento. El edificio, proyectado como cine en 1930 por el arquitecto Luis Gutiérrez Soto, es un relevante ejemplo de la arquitectura racionalista española de la primera mitad del siglo XX.
El Teatro Barceló presenta notables valores arquitectónicos, como la buena utilización del espacio, la ordenación del espacio interior y las circulaciones, y el acierto compositivo de la fachada en chaflán curvo y rematado por un torreón. Además, conserva elementos diseñados por el arquitecto, como marquesinas, molduras, carpinterías de acero con herrajes originales y barandillas en la fachada, escaleras con barandillas y zócalos y techos con molduras en el interior, y en la planta de cubierta el trazado original del cine de verano.
El Teatro Barceló es también un icono de la llegada de la modernidad en los años 30 y un emblema de la Movida madrileña en los 80. Además, es una de las obras más logradas de Luis Gutiérrez Soto, referente de la arquitectura racionalista madrileña.
El inmueble, que funcionó como cine hasta 1974 y luego como teatro hasta 1979, se abrió en 1980 como discoteca Pachá, pasando a ser uno de los locales más famosos de la noche madrileña. En 2013, el local pasó a llamarse Teatro Barceló, continuando su uso como discoteca, el cual se reconoce compatible con su correcta conservación en la Declaración.
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