Pogacar IV agranda su leyenda en París
Tadej Pogacar (UAE Team Emirates) continúa escribiendo su nombre en letras doradas en la historia del ciclismo. El esloveno conquistó su cuarto Tour de Francia, alzándose como vencedor de la 112ª edición de la ronda gala, tras la vigésimo primera y última etapa, disputada entre Mantes-la-Ville y París (132,3 km), con final simbólico en los Campos Elíseos, teñidos de gloria y lluvia.
En una etapa marcada por un recorrido atípico, con tres ascensos al Montmartre que rompieron la tradición del esprint masivo final, el belga Wout van Aert (Visma–Lease a Bike) se impuso tras lanzar un ataque certero junto a Pogacar en la última subida, a solo 8 kilómetros de meta. Van Aert se marchó en solitario y alzó los brazos bajo un auténtico diluvio para firmar su segunda victoria en los Campos Elíseos y la décima en su carrera en el Tour, con un tiempo de 3h07:30 y una media de 42,3 km/h.
Detrás, a 19 segundos, llegaron Davide Ballerini, Matej Mohoric y el propio Pogacar, quien entró en meta celebrando su cuarta corona con serenidad y grandeza.
Un lugar entre los grandes
A sus 26 años, Pogacar no solo es campeón vigente del mundo y suma 21 victorias de etapa en el Tour, sino que ya iguala en títulos al británico Chris Froome y se queda a solo uno de las leyendas absolutas de la Grande Boucle: Jacques Anquetil, Eddy Merckx, Bernard Hinault y Miguel Indurain (todos con cinco).
El dueño de su tiempo
Con una voracidad que raya lo inhumano, Pogacar domina cada carrera que disputa. Su ciclismo ofensivo, a veces cuestionado por su aparente exceso, se ha convertido en una marca personal que lo distingue de toda su generación. Desde Klanec para el mundo, el esloveno lidera con mano de hierro una nueva era del ciclismo: la suya.





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