Los rojiblancos logran su séptima victoria consecutiva en casa gracias a los goles de Julián Álvarez, Conor Gallagher y Marcos Llorente
El Atlético de Madrid consiguió una trabajada victoria por 3-1 ante el Union Saint-Gilloise en el Estadio Metropolitano, en un partido de la fase de grupos de la Liga de Campeones que dejó más tensión que comodidad. Los de Diego Pablo Simeone se adelantaron en el minuto 38 con un tanto de Julián Álvarez, tras una jugada rápida iniciada por Giuliano Simeone y Pablo Barrios, pero no lograron dominar con claridad a un rival que nunca se dio por vencido.
El conjunto belga, lejos de rendirse tras los dos 0-4 sufridos en jornadas anteriores, puso en serios apuros al Atlético desde el inicio. La presión alta, la velocidad por las bandas y las ocasiones de Kevin Rodríguez y Niang mantuvieron en alerta a la defensa rojiblanca. Para colmo, los locales perdieron por lesión a Le Normand en el minuto 25, sustituido por Giménez, lo que añadió incertidumbre a un duelo en el que el público contuvo la respiración hasta el final.
El segundo gol llegó en el minuto 77, cuando Conor Gallagher firmó un derechazo a la escuadra para poner el 2-0. Sin embargo, el Union Saint-Gilloise volvió a meterse en el partido gracias al tanto de Sykes, que redujo distancias (2-1) y devolvió los nervios al Metropolitano. Solo en el tiempo añadido, Marcos Llorente certificó el triunfo con el definitivo 3-1, asegurando así tres puntos valiosos para el equipo madrileño.
Con esta victoria, el Atlético suma siete triunfos consecutivos en casa y mantiene su fortaleza europea en el Metropolitano, donde ha ganado once de sus últimos doce partidos continentales. “Necesitábamos ganar, teníamos la obligación de hacerlo”, declaró Giménez tras el encuentro, destacando la importancia de los “detalles” en la Champions. El conjunto rojiblanco refuerza su posición en el grupo y deja buenas sensaciones de cara a los próximos compromisos.






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