Los incidentes se produjeron durante las celebraciones de la Champions League, con graves enfrentamientos en París y otras ciudades

Las celebraciones por la victoria del Paris Saint-Germain (PSG) en la final de la Champions League terminaron en tragedia en varias ciudades francesas. El Ministerio del Interior ha confirmado que, hasta el momento, se han registrado dos personas fallecidas, 563 detenidos, 192 heridos —22 de ellos policías— y más de 200 vehículos incendiados en el marco de los disturbios. La situación más crítica se vivió en París, con 491 arrestos y enfrentamientos violentos entre grupos radicales y las fuerzas de seguridad.

Uno de los fallecidos es un joven de 17 años, apuñalado en una zona de aficionados en la ciudad de Dax. En París, otra persona perdió la vida en un accidente de moto tras chocar durante las celebraciones. Además, un policía permanece en coma tras recibir el impacto de un objeto contundente. Las autoridades denuncian la presencia de “alborotadores que no asistieron a ver el partido”, con intenciones claramente violentas.

Los disturbios se concentraron en los Campos Elíseos, el Parque de los Príncipes y zonas céntricas como la Plaza de la República. Se reportaron intentos de saqueo, uso de bengalas y cargas policiales con gases lacrimógenos. El prefecto de la policía de París, Laurent Núñez, reconoció que el dispositivo no fue un éxito total y denunció que “miles vinieron solo a causar daños”. En total, se desplegaron 5.400 agentes en la capital y alrededores.

El ministro del Interior, Bruno Retailleau, condenó la violencia de una “minoría que empañó la fiesta”, al tiempo que anunció refuerzos para contener los actos previstos durante el desfile de celebración. Jugadores como Ousmane Dembélé llamaron a la calma en directo: “Festejad, pero sin destruir”.