La acción coordinada de agentes de la Policía Nacional ha logrado desmantelar la semana pasada dos puntos de venta de sustancias estupefacientes, ubicados estratégicamente en el barrio de Valdebernardo y en el distrito de Villa de Vallecas, como parte de un operativo dirigido a combatir el tráfico ilegal de drogas en la ciudad de Madrid, según ha informado en un comunicado la Jefatura Superior de Policía de Madrid.

En estos operativos, que contaron con la participación de unidades especializadas, se procedió a la detención de los individuos responsables de estos puntos de venta, considerados presuntos autores de un delito contra la salud pública. Además, como resultado de las investigaciones llevadas a cabo, se logró la incautación de una cantidad considerable de estupefacientes, que incluía siete kilogramos de hachís y casi 500 gramos de marihuana. Asimismo, se encontró dinero en efectivo y diversos utensilios utilizados para la preparación y distribución de la droga, lo que evidencia la magnitud y el alcance de estas actividades ilícitas.

Uno de los puntos de venta desarticulados se encontraba en el barrio de Valdebernardo, donde la presencia constante de clientes era notoria, generando un flujo continuo de personas tanto a pie como en vehículos. En muchas ocasiones, la calle se veía obstruida por los automóviles estacionados mientras los compradores realizaban sus transacciones, lo que evidencia el impacto y la audacia de estas actividades ilegales en el entorno urbano. Tras comparecer ante la autoridad judicial, uno de los detenidos fue enviado a prisión como medida preventiva.

Por otro lado, el segundo punto de venta, ubicado en el distrito de Villa de Vallecas, había estado siendo investigado desde principios de año. Durante el operativo llevado a cabo el pasado jueves, se logró la detención de dos individuos que operaban en este lugar, y se incautaron más de 250 gramos de hachís y 40 gramos de marihuana. Además de las sustancias estupefacientes, se encontraron cuatro defensas eléctricas y joyas de valor entre los objetos incautados, lo que sugiere la posible conexión de estas actividades con otros delitos o actividades criminales.

Estas operaciones policiales son parte de un esfuerzo continuo por parte de las autoridades para combatir el tráfico y consumo de drogas en la comunidad, protegiendo así la seguridad y el bienestar de los ciudadanos.