El consorcio Artemisa Sutainable Fuels S.L. está promoviendo la construcción de una planta donde se contempla la incineración de 690.000 toneladas al año de residuos urbanos, de la industria papelera y de construcción y demolición, para producir combustible de aviación.
La nueva planta se localizaría en el Parque Empresarial de la Carpetania, a dos kilómetros de zonas urbanas de Pinto y Getafe.
Las organizaciones que forman parte de la Plataforma contra el vertedero de Pinto/Getafe, y cada vez más ciudadanas y ciudadanos de la zona sur de la Comunidad de Madrid, en especial de los municipios de Pinto y Getafe, siguen pendientes de la evolución del denominado “Proyecto Artemisa”. El objeto de este proyecto es la construcción de una gran planta en el Polígono Industrial “Carpetania” situado en el término municipal de Getafe, para la fabricación de combustible de procedencia no fósil, a partir de la incineración de hasta 690.000 toneladas de residuos municipales, procedentes de las macroplantas que proyecta la Mancomunidad del Sur en el vertedero de Pinto-Getafe, así como residuos de la industria papelera (lodos y plásticos) y residuos de construcción y demolición.
El proyecto comprende un gran complejo de procesos térmicos y químicos, equiparable a una refinería, que ocuparía una superficie de 296.842 metros cuadrados y se localizaría a apenas dos kilómetros de zonas densamente pobladas de los municipios de Getafe y de Pinto.
Las emisiones producidas por los procesos que se llevarían a cabo para transformar los residuos en combustible, son similares a los que resultan de la incineración convencional, de hecho, la actividad de esta planta supondría un importantísimo foco de sustancias contaminantes, además del peligro de incendios y explosiones derivado del proceso de fabricación de gas de síntesis, que junto al hidrógeno, es necesario para fabricar el combustible que sería almacenado y transportado desde la planta.
Esta tecnología es aún muy experimental, solo se conoce una planta similar denominada Fulcrum BioEnergy, ubicada en un desierto en Reno, estado de Nevada (Estados Unidos), lo cual acentúa la incertidumbre sobre las consecuencias que para la población podría tener convivir con una instalación de estas características.
Otra consecuencia denunciada por las entidades que conforman la plataforma, se refiere a la perpetuación del vertedero de Pinto-Getafe, que lejos de tener un horizonte de cierre para 2025, quedaría como una instalación de carácter permanente, condenando a los municipios cercanos de por vida a sufrir las consecuencias para la salud de las personas
y para el medio ambiente que conlleva convivir con el depósito de los residuos de casi dos millones de habitantes, no en vano, el propio proyecto Artemisa prevé un rechazo del cincuenta por ciento de los residuos, por lo que la otra mitad seguirían formando parte del paisaje del Parque Regional del Sureste, único espacio protegido con el que cuenta el sur de la Comunidad de Madrid, además de seguir produciendo gases de efecto invernadero, emisiones contaminantes y olores perjudiciales para la población.
La plataforma considera igualmente alarmante el destino que se daría a los residuos en lo que califica como una renuncia de facto a la mejora de la gestión de los mismos. Según afirman, “el destino final que acabarían teniendo los residuos, siendo reducidos a cenizas, desincentivaría su separación en origen y provocaría un retroceso en políticas, aún en desarrollo, que trabajen en la prevención de la generación de residuos y la mejora de los sistemas de separación para la recuperación, reutilización y reciclaje de los materiales depositados, los cuales servirían para reducir considerablemente la actividad extractiva de materias primas que tanto está perjudicando el equilibrio ecológico y social de muchos territorios, tanto en nuestro país, como en el resto del planeta”.
Según se menciona en el propio documento presentado por el consorcio promotor, Artemisa cuenta con un fuerte apoyo por parte del Ayuntamiento de Getafe, la Mancomunidad del Sur y la Comunidad de Madrid, sin embargo, los grupos que conforman la Plataforma contra el Vertedero de Pinto, denuncian que se ha dejado fuera del debate político la pertinencia de un proyecto de semejante envergadura, actuándose a espaldas de la ciudadanía sobre unos planes que pueden tener graves consecuencias para su salud y su seguridad. Igualmente cuestionan la legitimidad del apoyo al proyecto por parte de la Mancomunidad del Sur, debido a la ausencia de debate por parte de los 71 ayuntamientos que la forman y que, según lamentan, debiera haberse producido con carácter previo al apoyo expresado al proyecto por parte de su presidenta Sara Hernández.
Precisamente para involucrar a los ayuntamientos de la zona sur contra la instalación de la planta, evitándose así un nuevo elemento que acentuaría más, si cabe, el desequilibrio territorial del que adolece la zona Sur en cuanto a la concentración de instalaciones contaminantes que dan servicio a gran parte del territorio de la Comunidad de Madrid, se están promoviendo mociones contrarias a su construcción que ya han sido aprobadas en municipios como Getafe, Pinto, Parla, Ciempozuelos o Valdemoro. La plataforma confía en que cada vez más corporaciones municipales se sumen a esta campaña, además, se están promoviendo diferentes actos informativos de cara a sensibilizar y movilizar a la ciudadanía, que actualmente carece de información sobre el proyecto y sus posibles consecuencias.
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