Los 133 cardenales electores se reunirán desde este miércoles en el Vaticano bajo el fresco del Juicio Final

Este miércoles 7 de mayo, se iniciará oficialmente el cónclave en la Capilla Sixtina para elegir al nuevo Papa, tras el fallecimiento de Francisco. Los 133 cardenales electores quedarán encerrados en el recinto sagrado, conforme al ritual canónico, hasta lograr una decisión. La ceremonia se desarrollará bajo los imponentes frescos de Miguel Ángel, incluyendo el Juicio Final, símbolo artístico y espiritual de la Iglesia católica.

La directora de los Museos Vaticanos, Barbara Jatta, ofreció este martes una vista previa del espacio preparado para el evento. “Es la capilla más famosa del mundo, un lugar santo y simbólico por la historia, el arte y la fe”, declaró Jatta. Se han retirado elementos no esenciales y adaptado la logística para acomodar los asientos, la urna de votación y el sistema de humo que anunciará la elección: blanco si hay Papa, negro si no.

La Capilla Sixtina permanece cerrada al público desde el 28 de abril. Además del recinto principal, se han dispuesto salas anexas como la Sala de las Lágrimas, donde el nuevo pontífice, tras su elección, podrá vestirse con uno de los tres trajes papales dispuestos y tener un momento de recogimiento emocional. Este espacio, íntimo y cargado de simbolismo, es parte del protocolo desde hace siglos.

Desde 1996, por disposición de Juan Pablo II, la Capilla Sixtina es la sede fija del cónclave. Su valor va más allá del arte: es el centro donde se define el futuro de la Iglesia católica. El proceso podría extenderse varios días, dependiendo del consenso entre los cardenales. Se espera gran atención mundial hasta la aparición de la fumata blanca que anuncie al nuevo líder espiritual de más de mil millones de católicos.