El equipo madrileño llegó a Atocha a las 6:30 a.m. tras sufrir múltiples parones por un sabotaje en la línea AVE

La expedición del CD Leganés llegó a la estación de Atocha a las 6:30 de la mañana de este lunes tras una noche marcada por retrasos en la línea de alta velocidad Madrid-Sevilla. El equipo regresaba tras su partido del domingo frente al Sevilla FC, donde logró un empate 2-2 en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán. Sin embargo, el viaje de vuelta se complicó por un robo de cable en la vía férrea, lo que provocó un colapso del servicio ferroviario que afectó a unos 11.000 viajeros.

El tren del Leganés debía salir de Santa Justa antes de las 21:00 h, pero la salida no se produjo hasta las 23:30 h, acumulando ya un retraso de más de dos horas y media. Durante el trayecto, se produjeron parones continuos, especialmente en la estación de Ciudad Real, donde permanecieron detenidos hasta pasada la medianoche. El trayecto se completó casi 10 horas después del horario previsto, con una llegada a Madrid a primeras horas del lunes.

El ministro de Transportes, Óscar Puente, calificó el incidente como un acto de “sabotaje deliberado”, lo que refuerza la gravedad del suceso y sus consecuencias logísticas. Según fuentes de Renfe y Adif, los autores sustrajeron cables esenciales para el sistema de señalización, afectando de forma crítica al tráfico ferroviario entre las dos capitales.

Ante esta situación, el CD Leganés suspendió el entrenamiento previsto para este lunes. El equipo reanudará la actividad el martes a las 11:00 horas, de cara al importante partido del próximo domingo frente al RCD Espanyol, un choque clave en sus aspiraciones deportivas. La prioridad ahora es la recuperación física y mental del plantel tras una noche especialmente extenuante.