- La Fiscalía pide 15 años de prisión para el acusado, que se encuentra privado preventivamente de libertad desde 2022
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19 años después de la desaparición de Juana Canal en el distrito de Ciudad Lineal en Madrid y cuando el caso estaba a punto de prescribir, se producía la detención de su expareja en octubre de 2022.
Durante casi dos décadas, el presunto asesino mantuvo su versión de los hechos afirmando que la víctima se había marchado de casa tras una discusión y desapareció.
Hasta 2019 no se pudo obtener ninguna pista sobre el paradero de esta mujer, madre de dos hijos. Un senderista, que encontró un cráneo y una tibia en una finca de Navalacruz, en Ávila, lo que volvió a activar el caso.
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Fue entonces cuando los familiares de la víctima empezaron a unir cabos y a sospechar de su expareja que, aseguran, no se había vuelto a interesar por la desaparición de la que había sido su novia y había comenzado una nueva relación con otra mujer cuatro meses después.
La policía y la Guardia Civil siempre le tuvieron en el punto de mira, pero sin pistas.
Tras la detención, el acusado del crimen confesó: una discusión acabó en un golpe que habría matado a la mujer.
Posteriormente la descuartizó y la enterró en dos zonas distantes en un terreno que solía frecuentar.
Este lunes arranca en la Audiencia Provincial de Madrid el juicio contra el acusado del crimen.
La Fiscalía y la Acusación particular piden 15 años de prisión. El representante del Ministerio Público le imputa un delito de homicidio con la agravante de parentesco.
Por su parte, la defensa del acusado solicita la nulidad del caso.
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