Desde esta semana, solo pueden acceder al aeropuerto madrileño viajeros, trabajadores y familiares con justificación

La primera noche de cierre parcial en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas ha comenzado con controles de acceso y nuevas restricciones por parte de AENA, que prohíbe la entrada a personas sin hogar durante el horario nocturno. Solo pueden permanecer en las terminales quienes acrediten tener un billete de viaje, trabajadores del recinto o familiares de pasajeros, una medida que ha generado críticas por parte de colectivos sociales.

La empresa pública ha remitido un requerimiento al Ayuntamiento de Madrid para que ofrezca alternativas de alojamiento a las personas sintecho que, hasta ahora, pernoctaban habitualmente en las instalaciones del aeropuerto. Según AENA, el objetivo de la medida es “preservar la seguridad y el uso adecuado de las instalaciones aeroportuarias”, pero la decisión ha sido cuestionada por organizaciones que consideran que criminaliza la pobreza.

Varios afectados han relatado que, pese a los controles en los accesos del metro y en las terminales, continúan accediendo al aeropuerto por otras vías. “Había vigilantes en la T-4, pero me di la vuelta y entré por otro lado”, contaba uno de ellos en declaraciones a Telemadrid. Otro añadía: “Vamos a seguir viniendo”. Estos testimonios evidencian la falta de recursos habitacionales disponibles para este colectivo en la capital.

La situación plantea un nuevo desafío social, en un contexto donde la presión sobre los servicios sociales municipales ya es elevada. La restricción en Barajas visibiliza el debate sobre el papel de las infraestructuras públicas en la atención a la emergencia habitacional, y la necesidad de una coordinación efectiva entre administraciones para ofrecer soluciones dignas a las personas sin hogar.